lunes, 2 de abril de 2012
La emocionante beatificación de Juan Pablo II
El himno de la beatificación de Juan Pablo II
Esta es la versión adaptada para el portugués realizada por Antonio Cartageno y la interpretación corresponde al Coro de la Catedral de Lisboa.
No es suficiente “hablar” de Jesús a los jóvenes, hay que hacer que lo “vean” a través del testimonio elocuente de la vida
¡No tengáis miedo! ¡Llevad por doquier, a tiempo y a destiempo, la potencia de la Cruz para que todos, también gracias a vosotros, puedan seguir viendo y creyendo en el Redentor del hombre!.
Cómo han cambiado los jóvenes de hoy con respecto a los de hace veinte años. ¡Cómo ha cambiado el contexto cultural y social en el que vivimos! Pero Cristo no, ¡Él no ha cambiado! Él es el Redentor del hombre ayer, hoy y siempre!.
Si vuestra fe depende únicamente de fragmentos de tradición, de buenos sentimientos o de una genérica ideología religiosa, no seréis capaces de aguantar el choque con el ambiente. No es suficiente “hablar” de Jesús a los jóvenes universitarios: hay que hacer que lo “vean” a través del testimonio elocuente de la vida.
Cómo han cambiado los jóvenes de hoy con respecto a los de hace veinte años. ¡Cómo ha cambiado el contexto cultural y social en el que vivimos! Pero Cristo no, ¡Él no ha cambiado! Él es el Redentor del hombre ayer, hoy y siempre!.
Si vuestra fe depende únicamente de fragmentos de tradición, de buenos sentimientos o de una genérica ideología religiosa, no seréis capaces de aguantar el choque con el ambiente. No es suficiente “hablar” de Jesús a los jóvenes universitarios: hay que hacer que lo “vean” a través del testimonio elocuente de la vida.
Sin humanidad, no hay santidad y sin santidad no hay Vida
Esta es la santificación de la humanidad, ... y esta es la condición para que el hombre, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, pueda ser hijo de Dios, heredero del Reino y profeta de la Buena Nueva.
Juan Pablo II, al igual que todos los santos, con el testimonio de su vida y con sus enseñanzas, constantemente nos muestra ese camino: El camino de la santidad, ...el Camino que lleva al hombre a la Verdad y a la Vida.
"Non abbiate paura, ¡aprite le porte a Cristo!"
(Todo tuyo yo soy María y todo lo mío tuyo es)
La tristeza de un pueblo: El Pueblo de Dios
Contemplemos a Cristo crucificado que ha redimido a la humanidad, cumpliendo hasta el final la voluntad del Padre. En el Calvario, en los últimos instantes de vida, Jesús nos confió a María como Madre y nos entregó a ella como hijos.
En este tiempo amenazado por la violencia, por el odio y por la guerra, testimoniad que Él y sólo Él puede dar la verdadera paz al corazón del hombre, a las familias y a los pueblos de la tierra. Esforzaos por buscar y promover la paz, la justicia y la fraternidad. Y no olvidéis la palabra del Evangelio: «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,9).
El pasaje de la vida a la Vida: Para esto hemos sido creados
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